Naciones Unidas estableció el 6 de febrero como Día internacionalcontra las mutilaciones genitales femeninas (MGF) para generarconciencia en el público general sobre esta práctica tradicional queviola los derechos humanos de muchas mujeres y niñas. La prácticasigue realizándose en 28 países de Africa subsahariana y de orientemedio a pesar de que UN obtuviera un consenso global en 2002 paraerradicarla en 2010.
No obstante, es cierto que los esfuerzos por erradicar la práctica sehan multiplicado en las últimas décadas. Un estudio de 2006 delSecretario General de UN sobre la violencia contra las mujeresrecogía que en 15 estados africanos donde se practica algún tipo deMGF, ha sido tipificada como delito. De los 9 estados de Asia y lapenínsula arábiga donde existen grupos que la practican, dos la hanprohibido. Otros diez estados del mundo la han incluido en suslegislaciones penales, entre ellos algunos estados europeos.
En Europa se teme que inmigrantes que provienen de países y gruposétnicos en los que se practica algún tipo de MGF, continúenrealizando la práctica en destino o bien lleven a las niñas a lospaíses de origen para realizar allí el rito de paso. Por eso, endiferentes países se han tomado medidas diversas para la prevención yen su caso, la persecución de las MGF. Algunos estados han optado porleyes específicas; otros se han basado en las leyes de protección demenores frente a abusos y una norma penal general.
El estado español modificó en 2003 el Código Penal para tipificarexpresamente las MGF y en 2005 modificó la LECRIM para poderperseguir el delito, en su caso, extraterritorialmente. Sin embargoa nivel estatal se ha hecho poco para prevenir las MGF. A nivelautonómico, Cataluña fue pionera en materia de prevención con lapuesta en marcha del Protocolo de Girona; Aragón siguió el ejemplo yAndalucía cuenta también con un plan de acción. El resto decomunidades no han tomado acciones específicas; incluso aquellas enlas que reside posible población en riesgo. Desde el punto de vistade la prevención y erradicación en los países en los que se practica,lo cierto es que la AECI cuenta con pocos proyectos en África queespecíficamente traten el problema.
Desde hace varios años, un grupo de profesor@s del Institut de derets humans de la universitat de València está trabajando, desde unaperspectiva interdisciplinar sobre MGF. Somos conscientes de que esabsolutamente necesario que el trabajo de prevención se haga desdelas comunidades y sin estigmatizar ni criminalizar a los grupos; ysomos conscientes de la dificultad de esa tarea.Y por ultimo, somos conscientes de la necesidad de implicarnos en laerradicación de esta práctica.
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